Con esta frase estremecedora, Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, inauguró la Cumbre del Clima en Madrid. Cerca de 30 personas asistirán a la XXV Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático de la ONU (COP25).
Muchos políticos, innumerables discursos, fuertes gastos pagados con nuestros impuestos y toneladas de escepticismo, ¿incredulidad, por qué? La Cumbre se realiza bajo el eslogan, “Tiempo de actuar”. Y ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá.
Trece días de trabajo, análisis, información, propuestas para enfrentar la mayor emergencia que encara el planeta en toda su historia, una amenaza construida por los humanos, seres pensantes, inteligentes, conscientes –se supone- pero enemigos feroces de la vida, –homo homini lupus– el hombre es un lobo para el hombre (Thomas Hobbes), pero el humano no sólo esclaviza a sus semejantes, también sin compasión ni piedad, agrede, desolla, desgarra al reino animal y al vegetal y en la era del fuego, en estado agónico se buscan respuestas.
¡Ganar la batalla al cambio climático! 196 países se suman a la lucha, esta Cumbre es el preámbulo para otro encuentro en 2020 en Glasgow, en el que todos los países tienen que “incrementar el alza a la reducción de emisiones de dióxido de carbono”.
El Acuerdo de París de diciembre 2015 entró en vigor casi un año después, surgió de la COP21 de París y fue un hito histórico por ser ya un Tratado global legalmente vinculante. Las COP son las reuniones que se producen una vez al año desde su creación en 1992 (Río de Janeiro), para que los líderes mundiales debatan y tomen decisiones en relación a la crisis climática para descarbonizar las economías mundiales, no se trata de tomar nuevos acuerdos.
Vaya si son lentos los políticos, casi 30 años con resultados ínfimos. No obstante la transición energética está en marcha en un marco que posibilita la acción hacia la transformación a un modelo de desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero.
Antonio Guterres augura que estamos a las puertas de la catástrofe y la única manera de cerrarlas es limitando el uso de los combustóleos, porque ya se están viviendo desastre extremos, como la reducción de la Antártida más rápido y muy por encima de lo previsto; los aumentos del nivel de los océanos, cuyo desenlace inevitable serán las migraciones multitudinarias, contra la ira de Trump, quien retiró a su país del Acuerdo de París y sigue negando el calentamiento global como invento de los científicos. Sin embargo, Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de EU, afirmó en el encuentro de Madrid que su país no ha dejado los Acuerdos de París, mujer valiente y veraz.
Antonio Guterres ha presentado una agenda de acción para un mundo resiliente al clima, y ha asegurado que los más vulnerables son los más perjudicados por el cambio climático, éste va a seguir acentuando la pobreza, las consecuencias ya se sienten, con más huracanes, más sequías, más incendios y con los casquetes polares derritiéndose.
La gestión de los residuos plásticos es uno de los retos a los que se enfrenta el planeta y las conferencias del clima, por lo que en la de Madrid se está dando una botella de cristal a los asistentes para que la rellenen de agua.
El tiempo de los diagnósticos acabó, llegó el de la actuación y ¿en dónde está México? Se habla muy poco de las energías renovables, la voz de Víctor Manuel Toledo, Secretario de Semarnat, es la más presente, pero poco audible, y en Coahuila, nada, hay que seguir extrayendo carbón y explotar el fracking.
Recuerda: Cuida el agua, reutilízala. Este año ha llovido muy poco en Coahuila.