Al no contar con una mayoría calificada que le permita modificar la Constitución Política, además de los recientes reveses que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dado algunas de sus reformas prioritarias, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un “Plan C”: “Que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación, ni un voto a los conservadores, sí a la transformación. Ese es el Plan C, ese ya lo aplicamos en el 18, fue el pueblo el que dijo: ‘basta’, y se inició la transformación, acabar con la corrupción, que es el principal problema del país”.
El pasado jueves 11 de mayo en su conferencia mañanera, el presidente explicó su “Plan C” de esta manera:
“La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo. Por eso cuando se vota, a ver, que haya pensión a los adultos mayores, imagínense a los diputados del PAN votando en contra de las pensiones.
Cuando se decidió apoyar a los jóvenes, que sólo les llamaban ‘ninis’, que ni estudiaban ni trabajaban, y se empezaron a entregar las becas o se les dio trabajo como aprendices a los jóvenes, hubo una campaña de jóvenes fifís en contra de esa política, que se le estaba dando becas a los ‘ninis’.
Afortunadamente, pues ya las cosas en México son distintas, ¿no? Y eso nos ayuda mucho.
Entonces, ¿qué conclusión?
Pues hay que votar, hay que votar, hay que votar, no sólo para el candidato a presidente, hay que votar por los legisladores, por los candidatos a diputados y a senadores, para que la transformación cuente con mayoría calificada.
¿Qué es mayoría calificada?
Es dos terceras, como 66 por ciento de los votos, 66 por ciento de los votos. Porque se puede tener mayoría simple, 50 más uno, pero eso permite aprobar leyes, reformar leyes, pero no reformar la Constitución.
¿Por qué están bloqueando los conservadores?
Porque, aun cuando los legisladores de la transformación son mayoritarios, no alcanzan a tener mayoría calificada; pero sí podrían tener mayoría calificada si se está a favor del cambio. Eso es lo que se va a resolver en el 24.
¿Quieres transformación? ¿Quieres que continúe la transformación o no? Eso es lo que se va a votar.
¿Quieres que regresen los corruptos? Ya sabes por quién vas a votar.
¿Quieres que siga la transformación? También, ya sabes.
¿Quieres que siga el clasismo, que te sigan humillando? Ya sabes por quién vas a votar.
¿Quieres que siga el racismo? Ya sabes por quién vas a votar.
¿Quieres que continúe la discriminación? Ya sabes por quién vas a votar.
¿Quieres que se sigan entregando los bienes de la nación a particulares y a extranjeros? Ya sabes por quién tienes que votar.
¿Quieres que, por el bien de todos, primero los pobres? Ya sabes también por quién vas a votar.
¿Quieres que continúen las pensiones para los adultos mayores? Ya sabes por quién vas a votar.
¿Quieres que sigan ganando 500, 600 mil pesos mensuales los ministros de la Corte? Ya sabes por quién vas a votar.
Está clarísimo todo. Por eso, qué bueno que están surgiendo todos estos temas”.
Clarísimo está el “Plan C” de López Obrador, lo que no está claro es cuál es el plan de la coalición “Va Por México”, integrada por PAN, PRI y el PRD, para presentar un proyecto alternativo al que plantea el presidente y sus partidos aliados rumbo a la elección presidencial del 2024.
Hasta la fecha, la alianza opositora, no ha atinado en la labor de hacer frente a la estrategia narrativa del presidente. Menos han podido definir, ante la sociedad, postura e identidad; ni precisar qué es, qué pretende y qué le propone a la ciudadanía, en su intención de recuperarla.
Sin contar con esa definición, tal alianza, no podrá construir un proyecto alternativo político esperanzador que brinde soluciones al sentimiento de sufrimiento, malestar e inconformidad que vive alguna parte de la población que, de alguna forma, ha visto alivio en la política social del actual presidente, que se percibe como el intento de crear un techo de dignidad de vida para una gran parte de los mexicanos.
El tiempo se agota para los opositores a López Obrador, si su única propuesta es apostarle al desgaste del presidente, derivado del ejercicio del poder o del insulto cotidiano ligero y simple, la auto llamada cuarta transformación ganará la presidencia nacional en el 2024 y, así, seguirá gobernando, inexorablemente, el próximo sexenio.
@Pepevegasicilia
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