De la educación depende el futuro del país.
El pasado 15 de mayo fue el día que dedicamos a reconocer la tarea y el trabajo de los maestros. Es el día del maestro.
Simultáneamente tomamos nota de que el principal problema de nuestro país es la educación. En todos los niveles educativos se necesitan cambios. En algunos segmentos como en la educación primaria se requieren muchos más cambios que, por ejemplo, en la educación universitaria.
Mientras en la educación primaria tenemos problemas con los libros de texto gratuitos y con los sindicatos. Por ejemplo, los libros ahora son escritos desde una oficina presidida por un venezolano que vino a recoger “las perlas de la virgen” a cambio de garantizar una lectura marxista de los libros que se utilizan para educar a nuestros hijos.
Por otro lado, los sindicatos no representan al magisterio, podría decirse que nunca lo han representado, desde los tiempos de la maestra Gordillo, sino que representan a grupos que venden su liderazgo a cambio de prebendas de la 4T.
Ahí tiene al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) una parte de ellos en las puertas de palacio protestando y otra parte recibiendo un aumento generoso, en sus salarios, a cambio de la genuflexión ante el pequeño dictadorcito tabasqueño.
Nos estamos jugando el futuro de México. El SNTE simplemente vende su lealtad “por un plato de lentejas” y a los niños, pues “que importa una generación más sin educación” que vallan a engrosar las filas de los NINIS que recibirán su cheque.
La educación y los maestros son lo más importante que tenemos. Son la manija que le puede dar la vuelta a este sistema corrupto e indigno.
Cuando ascendió al trono este pequeño dictadorcito tabasqueño se enfoco en capturar todas las corrientes sindicales a su favor. Han pasado cuatro años y todavía no entendemos que la alianza se tiene que hacer con los sindicatos. Seguimos discutiendo por diputados “malamadre” herederos del poder espurio de AMLO.
Nadie quiere asumir su responsabilidad en este descalabro de país que estamos viviendo.
Estamos en el parteaguas de los siguientes 40 años. Si no logramos las alianzas que se requieren perderemos el país y tardaremos cuatro décadas en recuperarlo.
Le dimos la espalda a los maestros y ahora todo depende de ellos. Para bien o para mal en sus manos sigue estando el futuro.
Desde luego hay muchos maestros que merecen en vida nuestro respeto y admiración. En el alma mater de muchos neoloneses, la UANL, existen generaciones de maestros que, por una exigua paga, empeñaron su vida y defendieron la verdad y la ciencia, por encima de las conveniencias políticas.
Quiero recordar, el admirable trabajo de décadas, de Hilda Corina Garza González, en la facultad de Ciencias Químicas. Y de muchos maestros y alumnos que dedicaron su vida a esa facultad. De las otras facultades no conozco. Pero desde luego tienen lo suyo.
FELIZ DIA DEL MAESTRO a todos ellos y a todos los maestros de Nuevo León.
No perdamos la esperanza, ni la fe, hasta la próxima.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.
HIRAM PEÓN es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM.
@Hirampeon