EL PORFIRIATO EN LINARES (1877-1910)
¿Y a mí qué me interesa?
Lo hemos dicho muchas veces: Lo más fácil en la vida es el olvido, y eso en la memoria de los pueblos no tiene perdón de Dios.
Un período histórico sin duda interesante en Linares es sin duda, El Porfiriato (1877-1910).
Contra lo que se pudiera imaginar, en lugar de atrocidades y explotación inhumana para los peones de las haciendas, esto no fue así, como ya lo hemos escrito, gracias al sistema de aparcerías o medieros, donde los campesinos trabajaban la tierra, cuyo fruto era repartido entre el hacendado y los propios trabajadores de la milpa o de las ganaderías.
Cuando don Porfirio Díaz se hace del poder nacional en 1877, gobierna el Municipio don Manuel Garza Benítez, hombre de razón y dueño de infinitas tierras. Su hermano Juan de Dios fue alcalde en 1878.
Y en 1879 lo fue el cuñado de los Garza Benítez, don Wenceslao Segovia (casado con hermanas de los Garza Benítez). Al morir la primera, se casa con su hermana.
Dos doctores en Medicina fueron alcaldes en esos años de 1879-1880: Dr. Macedonio García Pérez y el Dr. Lino Villarreal.
Vuelve al poder municipal don Manuel Garza Benítez en 1881, y su hermano Juan de Dios comparte el poder municipal en 1882 con don Juan N. Elizondo (interesante la historia de don Juan, cuyos orígenes de familia los encontramos en el hoy municipio de Apodaca, Nuevo Léon).
Para sorpresa del electorado, hace su aparición en 1883 otro hermano de los Garza Benítez, y ahora ocupa la Presidencia Municipal don Antonio Garza Benítez, quien hace mancuerna con el Dr. Macedonio, intelectual y activista social, al quien se deben los «Amigos del Progreso», génesis del Casino Linares.
1884-1891
En 1884 aparece un personaje que llega a ser muy importante en la vida social y política en Linares, don Marcelo Góez Torres, quien fue luz de un día, porque en 1885 los Garza Benítez recuperan el poder municipal de nueva cuenta, al ser electo como alcalde don Vicente Vicente Garza Benítez, sino el más rico económicamente sí el de mayor influencia en cosas de la municipalidad.
Don Vicente vivió enfrente de la Plaza Hidalgo y de los Garza Benítez quizá fue sino el más rico sí el más distinguido en la historia de Linares, pues fue quien organizaba y avituallaba a las tropas mexicanas que combatieron al invasor francés.
Las fuerzas políticas en Linares proponen a don Telésforo Padilla como Alcalde en 1886, y en 87 le sigue Francisco de la Fuente, personaje que según he leído tiene mucho que ver con Tamaulipas.
1889 y 1890 regresa por sus fueros el amigo más cercano al General Mariano Escobedo de la Peña. En esos años es Alcalde de nueva cuenta el célebre Jesús Ma. Benítez y Pinillos, quien no sólo será Alcalde, sino senador de la República.
No veo gran afinidad política entre los Garza Benítez y los Benítez Leal, quienes regresan al poder a través de don Pedro Benítez Leal como diputado local y su padre, don Jesús, como senador de la República.
Un gajo de importancia política tendrá a partir de ese año de 1891 el Coronel Cruz Tijerina, quien será Alcalde de 1890 al 92.
Los cambios en el poder municipal son ásperos y no dejan de ser violentos, entre tanto en la nación, el control y poder político se centra en la figura de don Porfirio Díaz.
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