Si bien hasta el momento se ha presentando sólo una pequeña cantidad de personas portadoras del coronavirus en México, lo cierto es que existen una serie de condiciones de riesgo que podrían generar un aumento de los casos, sobre todo si las autoridades de los diferentes niveles de Gobierno no implementan las medidas correctas de contención.
Por ejemplo, en los últimos días los medios han publicado noticias de los pocos controles que existen en los aeropuertos, incluso para aquellos viajeros que provenientes de zonas de alto riesgo como China, Japón, Italia o Corea del Sur, lo que podría ayudar a propagar el virus, ya que dos de sus características más singulares es que es una enfermedad de contagio más fácil que predecesores como el SARS o el H1N1, además, sus síntomas tardan en aparecer.
Por ende, una persona se puede contagiar en un Continente y llevar la enfermedad sin darse cuenta a zonas muy alejadas, aunque una ventaja es que se trata de un virus menos mortal que sus antecesores, con una tasa menor al 1 por ciento de los infectados.
Otra debilidad a tomar en cuenta es la poca capacidad de los hospitales públicos para generar ambientes controlados que impidan la propagación interna en los centros de salud, sobre todo si en las siguientes semanas la cantidad de casos aumenta de forma considerable, lo que podría poner en aprietos al Sistema de Salud e incluso propiciar colapsos de hospitales enteros, que se verían rebasados en personal, equipos y espacios si se replica lo que en estos momentos enfrentan Wuhan o algunas zonas de Corea del Sur.
Evidentemente no se trata de ser fatalistas, todavía no estamos frente a una masificación de los casos, pero tampoco se puede descartar del todo que pudiera presentarse una situación extrema, y en gran medida que ello no suceda dependerá de que se implementen mecanismos efectivos para detectar posibles casos de riesgo, hacer los análisis correspondientes, aislar, atender y dar de alta a pacientes libres del virus.
@victorsanval
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