Acto 1
El comandante de la lucha contra la pandemia del coronavirus es Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud Federal. Cuando era director general de Epidemiología de la Secretaria de Salud en 2009, él fue uno de los responsables de la crisis de la epidemia AH1N1.
Cometió 2 errores: No reaccionó con “la velocidad requerida por el brote de neumonía atípica”. Y proporcionó “información incorrecta sobre el número de casos confirmados” a su superior, quien a la vez, mal informó a Felipe Calderón.
Éste ordenó su despido, pero López-Gatell sobrevivió para liderar -ante la sospechosa ausencia Jorge Alcocer, Secretario de Salud, de 74 años de edad-, la lucha contra la pandemia del Covid-19 o coronavirus.
Hoy, los mexicanos estamos en manos de un López-Gatell, asfixiado por varias razones: la inacabada transición al INSABI, el desabasto de medicinas, la falta de instrumental médico básico y una tardanza errática de México para contener el virus.
Acto II
Hace 5 días, frente al presidente AMLO, López-Gatell recomendó evitar contacto físico y mantener distancia social entre personas. En su siguiente gira de trabajo, AMLO saludó, abrazó y besó a su fanaticada.
López-Gatell lo justificó -sin imaginar el impacto para el País sí AMLO contrajera el virus: “Nuestro querido Presidente es un ser humano. El pueblo lo quiere y (por eso) hay una propensión a abrazarlo y besarlo”.
En las siguientes horas, en la inconsciencia total de su figura presidencial y ejemplo a seguir: AMLO repitió lo misma escena; saludó, abrazó y besó al que se dejara, incluida una niña de 4 años.
Y remató así, ante el inicio de la 2ª etapa del virus con contagio generalizado en México: “No nos van hacer nada los infortunios o las pandemias. Vamos a sacar adelante a nuestro país”.
Acto III
Más allá del temor o angustia que esta orfandad e irresponsabilidad institucional pudieran provocarnos, recordemos lo básico: Nos tenemos a nosotros mismos.
Mostremos nuestra mejor versión ciudadana: prevengamos y protejámonos en casa y con familia de manera cívica y responsable. No hay de otra.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.