Poco a poco vamos vamos viendo como se levantan las restricciones que se determinaron para contener la pandemia del Covid-19.
Para quienes consideraron exageradas las medidas de aislamiento, los ya 100 mil muertos en EU en tres meses son una muestra de lo que este pequeñísimo patógeno que nos puso de cabeza puede hacer en nuestras vidas.
La medidas que se dictaron, y que algunos nos autoimpusimos, son para salvaguardar la integridad de cada uno de nosotros y de nuestras familias. Este hecho sin duda, nos ha llevado a experimentar diferentes pruebas y anécdotas que pensamos que nunca fueran a ocurrir.
En el caso de un servidor, me ha dado mucha tristeza, si tristeza, el ver a mis hijos que no disfrutan de su infancia como la disfrutamos muchos, la mayoría que pueda leer estas líneas.
Me da tristeza el no llevarlos al colegio cada día. Si bien sabemos que ahí en el colegio es una de las mayores fuentes de contagio, me da tristeza el que no tengan sus clases presenciales, que no puedan jugar con sus amigos. Yo tengo 2 niños, una niña de 6 años y un niño de 4, por eso comento lo anterior, ha sido duro y difícil explicarles el daño que pueden tener, lo bueno es que al final del día han entendido las explicaciones que les hemos dado.
La reapertura de ciertos lugares se estará dando poco a poco, pero el impacto en la economía mundial ha sido devastador, pero imposible de cuantificar, pues no sabemos por cuánto tiempo más nos parecerá peligroso ir al cine, salir a un restaurante en familia o simplemente pasear en los juegos infantiles.
Hasta que no se encuentre una vacuna vamos a poder estar un poco más tranquilos. En el otoño habrá nuevos brotes que probablemente nos podrían forzar a regresar al confinamiento a casa.
¿Qué nos queda hacer? Seguir con las recomendaciones; seguir ideando nuevas rutinas en casa; seguir viviendo, ya que esta situación nos ha brindado diferentes enseñanzas para sobrevivir en estos tiempos de pandemia.
Por otro lado, hoy es más indispensable que nunca que los gobiernos administren sus recursos con extraordinaria eficiencia, pues la recaudación se desplomará como consecuencia del menor consumo y de la crisis en las actividades productivas.
Esto pandemia va para largo. Tanto a nivel de países como de empresas, esta crisis aumentará la brecha entre ganadores y perdedores.
PUNTO Y APARTE
Los semáforos de la reactivación económica los “prenderán y apagarán” los subcomités regionales de Salud sin considerar a la Federación, aseveró el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, con base al número de casos Covid-19 y el cumplimiento de las medidas.
“El semáforo que está planteando el Gobierno federal no aplica en Coahuila, y lo he dicho de manera respetuosa, aquí, los semáforos los van a prender y apagar los subcomités de cada región, nosotros definiremos qué abre y qué no abre el 1 de junio”, señaló.
Un servidor ha estado presente en diversas reuniones de los diversos subcomités del estado, he visto y coincido ampliamente en lo que plantea el Gobernador, pues como él lo ha comentado, en nuestra misma entidad, cada región es distinta lo que obliga a puntualizar lo que necesita cada zona.
Así, Coahuila regresa a una nueva normalidad.
¡Ánimo! Buen fin de semana.
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