Vivimos y convivimos en un planeta en el que la democracia es un modelo, un paradigma por el que los pueblos han organizado revoluciones armadas, millones de hombres y mujeres han dado la vida para alcanzar ese ideal.
La democracia, lo sabemos, es mucho más que un modelo electoral de avanzada, más que un conjunto de valores políticos, más que una forma de organización política.
La pandemia que padece el mundo ha resultado una amenaza de extinción de la humanidad y con ella surgen amagos, intimidaciones en contra de la democracia liberal.
Con el Covid-19 surgen las tentaciones o de hecho las restricciones a las libertades usando la crisis para silenciar las críticas y endurecer el poder político.
En muchos casos, los gobernadores ignoran al Poder Legislativo y en Coahuila el Poder Judicial está en confinamiento desde hace meses, hay lugares en los que los periodistas son acosados y los sectores más vulnerables de la población enfrentan nuevos y alarmantes peligros a medida que el cierre de emergencia de la economía asola por doquier el tejido de las sociedades.
La represión no ayudará a controlar el coronavirus, los ataques a la libertad, la transparencia y la democracia dificultan, más que facilitar las respuestas adecuadas y responsables de la ciudadanía, al contrario, los resultados pueden ser letales cuando se acallan las voces de los ciudadanos.
En Coahuila se presentaron intentos graves de represión por parte del gobierno del estado y en los municipios de Lamadrid y Monclova.
El gobernador Riquelme, trató de imponer sanciones administrativas a quien violara las medidas de movilidad e incumpliera el mandato de confinamiento, pese a que el Presidente de la República ya había establecido que el aislamiento es voluntario, es responsabilidad de cada quien, ¡tú sabes si te expones al contagio!
El alcalde del municipio de Lamadrid intentó imponer el toque de queda, se exhibió a nivel nacional al ser el único presidente municipal del país que pretendió implantarlo. Aunque igualmente en Nuevo León el gobernador trató de decretar arrestos y sanciones a los que salieran a la calle después de las 10 de la noche y antes de las 5 de la mañana con lo que intentaba detener el rebrote de Covid-19 en Monterrey; las protestas de los defensores de derechos humanos lo detuvieron.
El alcalde de Monclova, también endureció las sanciones pretendiendo penar administrativamente a quién no acatara el confinamiento, aunque hay que tomar en cuenta que Monclova fue el primer gran foco de infección en Coahuila y cabe agregar que al menos varios de los municipios más pequeños, como Hidalgo, Jiménez, Candela, Sierra Mojada, y General Cepeda han quedado libres de Covid-19m (SS, 7-07-2020), enhorabuena.
Encarcelar a los disidentes pacíficos, reprimir la movilidad, acallar la libertad de expresión, suprimir la supervisión parlamentaria no ayudan en la protección de la salud pública.
La democracia es el sistema de gobierno más idóneo para enfrentar una crisis de la magnitud y la complejidad de la COVID-19. A diferencia de lo que sostiene la propaganda autoritaria, los flujos creíbles y libres de información, el debate en torno a las opciones de política con base en los hechos, la autoorganización voluntaria de la sociedad civil y la libre interacción entre el gobierno y la sociedad son elementos vitales, son todos elementos claves de la democracia liberal.
Hacer crecer la confianza entre gobierno y sociedad y la seguridad de que los sacrificios serán compartidos, conservar la resiliencia nacional ante la adversidad, sanar las profundas divisiones sociales mediante la participación inclusiva y el diálogo son los activos vitales que permiten luchar contra la pandemia.
Este texto es responsabilidad total, única y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.