Los fondos económicos por la venta de los terrenos de la Placita Allende (hoy lo que fue el Cine Benítez, la Mueblería Cantú, la Papelería Rex, la cantina de los hermanos Vogel y la Logia Estrella del Sur No. 11: Es diciembre de1940, el pueblo comenta acerca de la venta de terrenos urbanos, ahí en la Placita Allende.
Estos ingresos económicos los pelea la Municipalidad, encabezada por don Nemecio Dueñas, y la Junta de Mejoras, que preside don Enrique Elizondo Suárez.
El segundo reclama esos fondos para la pavimentación de la Calzada a los Panteones, que hoy conocemos como «Calzada Modesto Galván Cantú», y don Nemecio, que es el Alcalde, solicita ese dinero para obras de pavimentación.
Es el propio Gobierno del Estado de Nuevo León quien habrá de poner de acuerdo las partes.
Don Jesús Mares, aquel gentil caballero que fue dueño de la Revistería REX, ahí vecina del VOGEL BAR, compra parte de la Plazuela; lo mismo lo hace un próspero comerciante de la oleada de inmigrantes del Medio Oriente, DON Alejandro González.
Don Jesús Sepúlveda, quien es parte de la Junta de Mejoras, recibe la cantidad de 7,015 pesos para el pago de deuda de la introducción de las redes de agua y drenaje.
LINARES en tiempos de la Segunda Guerra (1939-1945) bulle de actividad comercial y en consecuencia de movimiento social.
Las luchas agrarias por la tierra pierden intensidad. Se inicia el cultivo del cítrico a partir de 1940, la formación de huertas de naranja se multiplica y llegará a tener su máximo esplendor hasta antes de la primer gran helada, en el año de 1951.
¿DÓNDE QUEDÓ LA SOLIDARIDAD?
«La amistad verdadera requiere tres cosas: La virtud para ser honesta. La conversación para ser agradable. Y la utilidad, porque les es necesaria», Plutarco (46-125), biógrafo y ensayista griego.
Hará menos de 50 años, los clubes de servicio Leones, Rotarios, Sembradores de la Amistad y Sertomas, incluso muchas Logias Masónicas y grupos clericales como los «Caballeros de Colón», se prodigaban en hechos de filantropía que se reflejaban en la siniestrada economía de los muchos inmigrantes al Estado de Nuevo León, sobre todo en el área metropolitana.
Sus acciones se difundían en prensa, radio y televisión. Y allá iban sus componentes con despensas, medicinas, etc.
¿Dónde habrán quedado esos ejemplos de solidaridad con los que menos tienen?
No cabe duda que vivimos tiempos de encerramiento, que poco margen da a la convivencia fraterna, amistosa.
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