,

EL DINOSAURIO QUE NUNCA QUISO VOLVER A ESCRIBIR (I)

+ Luego de más de 60 mil cuartillas en notas periodísticas, este decano del periodismo, maestro y mentor de incontables reporteros en Coahuila, ha decidido ‘no volver a tomar una pluma para escribir’.

Saltillo, Coah.- —Una vez estábamos platicando Javier Villarreal (Lozano, Director del Centro Cultural Vito Alessio, en Saltillo) y yo sobre cuántas notas habré escrito en mi vida… creo que debieron ser más de 60 mil cuartillas en notas y reportajes para periódicos. Mi primer día fue en diciembre de 1967, me acuerdo porque fue antes de que estallara todo el desmadre de los estudiantes en el 68. De las primeras veces, me tocó ir a entrevistar a un güey de Torreón que andaba en ese movimiento.

—De repente se encabronó y me decía: “Eres de la CIA, todos los periodistas están pagados por la CIA, es más quítate los lentes porque te voy a partir la madre”. Jajaja, pinche loco. Empecé en un periódico de La Laguna pero pues trabajé por todo el estado, Monclova, Saltillo… en serio que no me acuerdo de en cuántos periódicos estuve. Esto de las cuartillas, es más, ya hasta le dudo, porque fue Javier (Villarreal) el que hizo las cuentas esa vez. Por eso te digo ¡Qué chingados! ya no vuelvo a agarrar una pluma para escribir, ni madres de eso.

Óscar Wong Chávez (2 de julio de 1948, Torreón, Coahuila) se niega así a escribir editoriales.

Es maestro, mentor y –principalmente—amigo de muchísimas generaciones de periodistas en todo Coahuila. Es uno de los decanos de este oficio, y tras casi 53 años en la legua en los que fue reportero, editor, Director y fundador de varios periódicos, dice que la única relación que quiere ahora con los medios de comunicación es para enterarse de los acontecimientos diarios desde la laptop que es su contacto con el mundo externo en estos días de pandemia.

Su estructura orgánica es alimentada de oxígeno por sólo el 25 por ciento de su pulmón, el otro quedó de adorno en su pecho cuando en febrero de 2017 los médicos lo regresaron y así evadió el primer llamado de esa única cita a la que nadie habrá de faltar en su momento.

A los 72 años y con sus 50 kilos sería presa fácil del Covid-19, al cual sigue mostrándole el dedo medio.

El mundo de las comunicaciones es otro. Los de arriba de las cuatro décadas luchamos día a día por seguir esta vertiginosa realidad. Óscar forma parte de ese selecto grupo de ancestros que fue mentor de la vieja guardia del periodismo de hoy. Un dinosaurio, pues.

—Ya vas a empezar con tus mamadas… no me estés preguntando cosas cabrón, ya sé lo que quieres hacer, sé lo que estás haciendo.

Óscar intenta frenar así el rumbo de esta plática-entrevista telefónica.

—Estoy cansado de eso, de escribir. Fíjate que hace unas semanas Nora (Gaona) me pedía que escribiera (para TeclaRotaMx) lo de mi experiencia en el viaje a Edmonton el año pasado –recorrió solo en su auto los casi 8 mil kilómetros de Saltillo a la ciudad canadiense en ida y vuelta, con su frágil salud y sin hablar inglés—, pero no.

—En serio que ya no quiero escribir ni madres, ya no vuelvo a agarrar una pluma. Mejor déjate de cosas y vente a echar un café…

Comentarios