Para el analista político Juan Carlos Rodríguez, en el proceso electoral que llevó a la presidencia a López Obrador, la realidad era innegable, los ciudadanos que no habían definido su voto en su mayoría se decían indignados por los abusos de quienes ostentaban posiciones de poder y la impunidad con la que actuaban. Era evidente, desde entonces, su hartazgo hacia las élites, política, empresarial, sindical y religiosa.
“No se puede entender el sólido triunfo de López Obrador y su partido sin notar que fueron ellos los que ‘cacharon” de manera contundente a este gran segmento de la población que dijo algo como: ‘yo voy a votar porque ya no nos gobiernen los mismos de siempre’. Ninguna otra fuerza política supo ser atractiva para capitalizar de forma importante esta insatisfacción”, reflexiona Luis Osvaldo Valle Rivas. (Eje Central)
Ese hartazgo producto de los anteriores gobiernos es el que López Obrador ha querido mantener encendido en el ambiente y lo trata de avivar día con día, desde temprano en sus conferencias mañaneras, hasta el ocaso de sus jornadas de trabajo.
En palabras de Manuel Castells (“Comunicación y poder”, 2012), AMLO construye a diario un relato persuasivo para afianzar su poder y acorralar a sus contrapoderes. Por eso, en las mañaneras hay buenos y malos, aliados y opositores, neoliberales y progresistas, machuchones y gente del pueblo. Una lógica en la que los antagonistas oponen y resisten, pero también sostienen”. (Aristegui Noticias)
A esa estrategia de remembranza del pasado ha respondido, entre otras cosas, la tan mentada rifa del avión presidencial, que en su modelo de comunicación ha sido útil para recordarle a la gente los excesos cometidos por los gobernantes anteriores.
Para ello ha expresado, por ejemplo, que: “El avión presidencial fue adquirido por un gobierno que tenía una mentalidad faraónica, que olvidó que no puede haber mandatarios ricos con pueblo pobre”.
“Ya está prohibido andar en avión, en helicóptero, ahora todo es a ras de tierra, estamos vendiendo el avión presidencial, lujosísimo, me da hasta pena hablar aquí que hay tanta pobreza de las extravagancias de los lujos de ese avión que no debieron comprarlo, nada más que tenían una mentalidad faraónica los que gobernaban el país”.
“Se les olvidó que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Ya estamos trabajando en eso, pero no es solo deshacernos de esas extravagancias, sino ahorrar, me da mucho gusto que las camionetas blindadas, lujosísimas, del gobierno se vendieron y el dinero vino a Yucuná y a otras comunidades”. (animalpolitico.com)
Una vez pasada la rifa, surge otra fase de su estrategia: La consulta popular sobre juicio a expresidentes. Para lo cual presentó formalmente a las y los Senadores de la LXIV legislatura del Congreso de la Unión la petición de consulta popular para la jornada electoral que habrá de celebrarse el domingo 6 de junio de 2021 o en la fecha que establece el recién reformado artículo 35 de la Constitución, a fin de preguntar al pueblo de México sobre el tema.
El presidente López Obrador en su solicitud al Senado de la República argumenta: “Desde el primer día de mi gobierno se han incrementado las peticiones populares de esclarecimiento y justicia para las acciones presuntamente delictivas que posiblemente cometieron los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto en el ejercicio del cargo. No obstante, el masivo clamor de justicia se enfrenta a zonas grises del marco legal, como las limitaciones que establece el artículo 108 constitucional, en curso de modificación, para actuar penalmente en contra de un presidente en funciones, o como la consideración de delitos imprescriptibles que los mencionados habrían podido cometer en el ejercicio de la Presidencia”.
En consecuencia y en cumplimiento a la fracción III del artículo 21 de la Ley Federal de Consulta Popular, propone la siguiente pregunta:
“¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes, durante y después de sus respectivas gestiones?”.
La campaña electoral de López Obrador rumbo a las elecciones intermedias del próximo año continúa avanzando. Ha logrado mantener el tema del juicio al pasado como su gran propuesta y bandera, los excesos en el ejercicio del poder y demás actuaciones de expresidentes y exfuncionarios, su argumento.
Ahora pretende que ese sea el tema a debatir en los procesos electorales, recordándole a la gente el hartazgo que tenían del modelo de gobiernos anteriores. Y, con ello, dejar de lado el debate sobre la actualidad que viven los mexicanos hoy gobernados por su partido.
Temas actuales como la crisis sanitaria, la económica y de seguridad, quedarán de lado si su estrategia de persuasión logra tener éxito. ¿Y la oposición? Bien, gracias.
@Pepevegasicilia josevega@nuestrarevista.com.mx
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