Levante la mano aquel que recuerda la violencia criminal que nos azotó de 2007 a 2014.
Levante la mano aquel que fue víctima directa o indirecta de esa violencia traducida en balaceras, heridas o muerte, secuestro, violación, robo de vehículo con violencia, a mano armada, en la calle, en el cajero o en el hogar.
Levante la mano aquel que vio imágenes de cuerpos ensangrentados, amontonados, embolsados, encobijados, desmembrados, decapitados o colgados del puente.
Levante la mano aquel que al mirar esas imágenes no pensaba en que pudiera ser alguna persona querida o, en algún momento, uno mismo.
Levante la mano aquel que en la calle o en espacios públicos empezó a mirar de manera desconfiada y temerosa a los demás.
Levante la mano aquel que no reforzó -en la medida de sus posibilidades- la seguridad de sus casas o negocios. Levante la mano aquel que tuvo episodios de miedo, pánico, angustia o desesperanza de manera continua o intermitente.
Levante la mano aquel que resintió esta violencia en su estado físico o emocional, a través de alguna enfermedad del corazón, nerviosa o gastrointestinal. Levante la mano aquel que vio traducida esa violencia en un mayor estrés en las relaciones interpersonales a nivel familiar y laboral.
Levante la mano aquel que trasladó esa violencia a la relación con su esposa o su esposo y/o sus hijos en la vida diaria.
O con sus compañeros en el trabajo. Levante la mano aquel que transfirió esa violencia para hacerse daño a sí mismo a través del consumo excesivo de drogas, alcohol o de pensamientos suicidas.
Levante la mano aquel que bajo el techo de esa violencia, llegó a necesitar platicar -con desmedida urgencia- de sus sentimientos con una persona ajena a su familia. Levante la mano aquel que salía de su casa sin saber -a ciencia cierta- sí regresaría vivo o no.
Levante la mano aquel que al día de hoy quisiera hablar de lo vivido para sanar su corazón, su mente y su cuerpo; y exorcizar así su alma de esa violencia que se nos metió hasta los huesos.
Levante la mano, pero ya.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.