A pesar de los escasos resultados que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha presentado, lo cierto es que en casi todas las encuestas Morena aparece muy sólido para las elecciones federales y locales de 2021, lo cual ha llevado a varios partidos de oposición y a ciertos sectores de la sociedad a plantearse la posibilidad de establecer una gran alianza para vencer a Morena.
Hasta el momento la idea se ha comenzado a concretar en el plano de lo local, en conciso Michoacán es el primer estado en donde se está explorando la posibilidad de que el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano vayan en alianza para las elecciones de gobernador, alcaldes y diputados locales.
Algo similar está sucediendo en Zacatecas, donde los partidos ya comenzaron las pláticas y al menos de parte del PRD se han mostrado abiertos a considerar una coalición en Nuevo León y Sonora.
Este tipo de movimientos hacen pensar que cabría la posibilidad de que el ejercicio abarque todo el País, en una especie de Todos Unidos Contra Morena, al cual se podrían sumar otros actores sociales como la Coparmex o los nacientes FRENA y Sí por México.
La idea puede resultar lógica, pero su implementación es más compleja de lo que parece y las posibilidades de concretarse son bastantes escasas, ya que si bien habrá entidades que permitan pensar en una coalición por la ventaja de Morena, hay otras en donde los actores locales harán todo lo posible por sabotear una gran coalición.
Un buen ejemplo de esto sería Coahuila, ya que pensemos en qué incentivos tendría el PRI de ceder algunas candidaturas al PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, después del carro completo obtenido en la pasada elección, ya que si bien es cierto que todo indica que el próximo año Morena tiene mejores posibilidades que en 2020, lo cierto es que el PRI tiene expectativas de recuperar municipios clave como Torreón, Monclova, Piedras Negras, Acuña y San Juan de Sabinas.
Pero lo mismo que pasa con el PRI en Coahuila sucederá con otros partidos en otras entidades, ya que no veo tan dispuesto al PAN en Guanajuato o Querétaro a la hora de ceder candidaturas, o a Movimiento Ciudadano en Jalisco.
Aún más extremos son los casos en los que candidatos competitivos del PAN, PRI, PRD o Movimiento Ciudadano pelean por un mismo cargo. Nuevo León es el claro ejemplo, ya que las encuestas señalan una elección reñida y cambiante, es decir, ir en coalición significa que ya sea el senador Samuel García, de Movimiento Ciudadano, el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza del PRI, o el senador Víctor Fuentes o Felipe de Jesús Cantú del PAN, tendrían que renunciar a sus aspiraciones y difícilmente lo van a hacer.
En resumen, parece que a pesar del difícil panorama que tiene la oposición en 2021, se antoja complicado que PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano dejen atrás sus intereses particulares y generen un frente común para vencer a Morena.
@victorsanval