Inevitablemente se tiene que hablar de la mentira de los sacrificios humanos en el antiguo Anáhuac. El Anáhuac comprendía desde Alaska hasta Nicaragua.
Se decía que sacrificaban seres humanos para ofrendar la sangre al Dios Sol, pero en estas tierras no existía el tal dios. De hecho en las lenguas del Anáhuac, desde Alaska hasta Sudamérica, no existe la palabra “dios”. Teotl, es creación.
En el Códice Dresde están plasmadas las revoluciones planetarias del Sistema Solar, y están escritos hasta el final de la cuenta larga en 2012 los movimientos celestes, el eclipse solar, el tránsito de Venus y otros elementos.
Entonces, si conocían con exactitud estos movimientos celestes ¿para qué sacrificar personas si sabían que el Sol saldría de nuevo hasta el final de la cuenta en 2012… y más?
La cuenta del Anáhuac que está escrita en la estela en 3 zapotes Veracruz, y que está fragmentada en tres partes: Habla de un tiempo mucho muy largo, más de 4 mil 500 millones de años. Habría que estudiar hasta dónde llega esta cuenta.
En el Chilam Balam habla del Big Bang, no había “arriba”: No había “abajo”, no había “adelante”, no había “atrás”, no había luz ni obscuridad.