La consulta de “Revocación” muestra que la popularidad real de AMLO no llega al 18 por ciento, pero no lo cree…
En los estados donde la gente prefiere buen gobierno y empleo a los programas sociales de Andrés López Obrador, el apoyo a la Revocación fue mínimo.
Una somera revisión, muestra que en el sur del Tren y la refinería fantasmas, o en los territorios del narcotráfico los personeros de Morena lograron coaccionar más votos.
En cambio, las entidades más pobres del país o donde la delincuencia organizada ya ha coptado o infiltrado a las instancias de gobierno, hubo mayor asistencia.
Si se compara la votación en Chiapas, 26.2%, con la población en pobreza extrema, 29.6%, en Oaxaca, 25.7% y 24.3%, o Guerrero, 21.4 y 23.2, respectivamente, se ve el hambre ayuda a coaccionar el voto.
Otras entidades donde hubo más asistencia a las urnas que el promedio, como Quintana Roo, Nayarit, Morelos, Tamaulipas o Sinaloa, son territorios del narcotráfico.
Pero ni así, en alguna entidad alcanzó el mínimo de 40 por ciento de asistencia a las urnas, necesario para hacer vinculante el resultado de la consulta mañosa.
Claro que algunos iluminados como Gilberto Lozano de Frenaa o el conductor de radio, Pedro Ferriz, pensaban que el olmo daría peras y que si perdía, AMLO se iría.
Pese a que el Presidente y sus colaboradores más cercanos rompieron la etiqueta y la decencia para publicitar la Consulta, el tiro les salió por la culata, o les salió por la tirata el…
La encuesta mostró que al menos ocho de cada 10 ciudadanos no está interesado en apoyar las locuras de López Obrador, y mucho menos le darían el aval para una reelección.
La derrota parece solamente cuestión de una jornada electoral más, pero muestra que el primer macuspano del país es un “Tehuacán” que pierde el gas.
No sé si realmente López Obrador vivía con la idea de que tenía 30 millones de votantes, y por ello pensaba que podía putear la ley y rezongarle al poderoso vecino del Norte.
La arrogancia que le daba al Blacamán Tabasqueño la petida y repetida popularidad del 70%, hoy se desmorona, y más valdría que reconsidere la relación con la Casa Blanca.
Como para que me entiendas Juan, Biden voltea para otro lado mientras el republicano Greg Abbott bloquea el ingreso de carga al estado de Texas.
Era de pensarse que la arrogancia del macuspano se habría debilitado con la derrota del 10 de abril, que habría pensado en el suicidio de apoyar a Cuba y Rusia, pero no.
No lo ha hecho porque finalmente es la economía de todos los mexicanos, el empleo, la salud, donde se rompen los platos, porque la familia de AMLO ya tiene para vivir en el ocio.
Incapaz de reflexionar, este domingo se la juega y quiere mostrar músculo con la mangana de convocar a los Diputados en Domingo de Resurrección para aprobar su Reforma Energética.
Lo más probable es una oposición que respiró aire fresco, sea cauta y en bloque rechacen la iniciativa, y López deba cumplir su promesa de enviar la Ley para Expropiar el litio.
¿Qué sigue? Pues siguen las presiones de EU y Europa, la caída en la inversión, crecimiento de cero o menos con inflación, y una fiera cada vez más iracunda en Palacio Nacional.
Y el moralmente derrotado, va a seguir tratando de pagar el apoyo del Foro de Sao Paolo, va a seguir protegiendo a la delincuencia, mientras su movimiento se desbarata.
Es de esperarse que la migración del 2017 del PRI a Morena comience a dar reversa, que las ratas o los que aspiran a ser candidatos de algo, comiencen a brincar antes del naufragio.
Lo que parece improbable es que el necio maestro de ceremonias de las homilías matinales, el hombre que nunca ha gobernado, recapacite y al menos de salida quiera portarse como Presidente.
EFRAÍN KLERIGAN
Fotógrafo, reportero, articulista desde 1970. Ha sido reportero local y articulista en periódicos y revistas de Ciudad de México, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas. Como corresponsal ha trabajado con El Norte-Grupo Reforma, y como Stringer de AP, UPI, Telemundo, La Prensa, El Nacional, entre otros.