Los propios hijos claman la cárcel para su padre.
Ciertos jueces no parecen jueces, se asemejen a esos grupos de hombres que tienen un código de silencio y complicidad antes que detener o no ser parte de agresiones.
Este caso es similar a tantos en México.
Disculpen por las fotografías de Abril en vida
que inundan las redes, salvada en ese entonces por uno de sus hijos, en ellas
se muestra el grado de omisión, indolencia, falta de ética y machismo con el
que proceden este tipo de jueces.
Van dirigidas también a quienes dicen que las manifestaciones y el hartazgo por la impunidad en los feminicidios deben tener “otras formas educadas”, y que las mujeres que grafitean con frases ciertas “no las representan”.
Y a quienes creen que la palabra feminicidio no debería existir, porque “mueren hombres igual que las mujeres todos los días”.
Es duro.
Estas imágenes son una muestra, sólo de lo visible, y no les parece grave, de cómo otras mujeres pasan por lo mismo: Hay indolencia, omisión.
La revictimización es también decir que son iguales las muertes de los hombres y las mujeres.
Es condenar las marchas porque “no me representan” y los grafitis con frases ciertas.
Revictimizan al decir que la equidad de género no existe.
Revictimizan al justificar o solapar a los abusadores, violadores y asesinos.