Si bien es cierto que las recientes elecciones realizadas en los estados de Coahuila e Hidalgo no pueden considerarse ni laboratorio ni escarceos para definir lo que pudiera ocurrir en la elección federal del próximo año, algunos de sus elementos y componentes sí podrían auxiliar el análisis del qué hacer para los actores políticos que en ellos participan, sobre todo en las entidades federativas que vivirán procesos electorales locales.
Entre los estados en los que se renovarán gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos están Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
Por estado se elige:
Baja California (Morena)
Gobernador
Congreso: 25
Ayuntamientos: 5
Baja California Sur (PAN)
Gobernador
Congreso: 21
Ayuntamientos: 5
Campeche (PRI)
Gobernador
Congreso: 35
Ayuntamientos: 13
Chihuahua (PAN)
Gobernador
Congreso: 33
Ayuntamientos: 67
Colima (PRI)
Gobernador
Congreso: 25
Ayuntamientos: 10
Guerrero (PRI)
Gobernador
Congreso: 40
Ayuntamientos: 80
Michoacán (PRD)
Gobernador
Congreso: 40
Ayuntamientos: 112
Nayarit (PAN)
Gobernador
Congreso: 30
Ayuntamientos: 20
Nuevo León (Independiente)
Gobernador
Congreso: 42
Ayuntamientos: 51
Querétaro (PAN)
Gobernador
Congreso: 25
Ayuntamientos:18
San Luis Potosí (PRI)
Gobernador
Congreso: 27
Ayuntamientos: 58
Sinaloa (PRI)
Gobernador
Congreso: 40
Ayuntamientos: 18
Sonora (PRI)
Gobernador
Congreso: 33
Ayuntamientos: 72
Tlaxcala (PRI)
Gobernador
Congreso: 25
Ayuntamientos: 60
Zacatecas (PRI)
Gobernador
Congreso: 30
Ayuntamientos: 58
Temas como la evaluación popular del gobernante en turno, en Coahuila el gobernador Miguel Ángel Riquelme presenta una aprobación de 58.8 en la entidad, superior a la del presidente López Obrador que es de 46.6 en el estado. (@roycampos)
Las razones de la evaluación en Coahuila han tenido que ver mucho con la respuesta que ha dado Riquelme para enfrentar la crisis económica y de salud derivada del desarrollo del virus Covid-19, además de que en sus tres años de gobierno ha logrado implementar una política de seguridad pública que da tranquilidad a sus ciudadanos.
El contraste entre el gobierno estatal y el federal también es un elemento importante en otros temas, por ejemplo: El gobierno de Coahuila respaldará proyectos de innovación a través del Fondo para Ciencia y Tecnología (FONCYT) una vez que se concrete la extinción del Fondo Mixto, que desde el 2002 y hasta el 2018 operó en la entidad.
Otro ejemplo, ante el nulo presupuesto federal que espera Coahuila para la ejecución de proyectos carreteros para el próximo año, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís propuso a alcaldes y empresarios la aplicación de recursos del Impuesto Sobre Nóminas (ISN) para esta prioridad.
Entre las principales obras que resultarán beneficiadas está la continuación del Corredor Económico del Norte, bajo un esquema de asociación público-privada.
Tal vez sean “pequeñas cantidades” del ISN de cada región pero sirven para consolidar proyectos carreteros de gran calado aún pendientes de ejecutar, así como aquellos considerados icónicos y necesarios para el desarrollo de Coahuila.
En cuanto a la economía, en Coahuila ya se recuperaron más de 13 mil empleos perdidos a consecuencia de la actual pandemia, cifra que le sitúa entre las entidades federativas que más rápido se incorpora a su productividad.
La sociedad coahuilense aprueba al gobernador porque tiene claro que el repunte de la economía sólo se logra con una mejor infraestructura y seguridad, y sobre todo en la confianza en la entidad para seguir invirtiendo y generar empleos.
El contraste entre la actuación de los gobernantes federal y estatal y su aprobación ciudadana es otro de los elementos del análisis electoral, hay más y los abordaremos en próximas entregas.
@Pepevegasicilia josevega@nuestrarevista.com.mx
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