En el umbral de sus 86 años de vida, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fundado el 3 de febrero de 1939 y hoy adscrito a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, celebra con novedades en su red de museos y de zonas arqueológicas, así como el fortalecimiento de su andamiaje organizacional.
Por más de ocho décadas, especialistas de distintas disciplinas académicas, personal administrativo, eventual y de custodia han sumado voluntades y conocimiento para continuar la labor iniciada por el antropólogo Alfonso Caso Andrade (1896-1970), de preservar, proteger, restaurar y difundir el patrimonio cultural material e inmaterial de México.
Recientemente, el INAH ha tomado medidas de gran trascendencia como la implementación, en junio de 2024, de la nueva Norma para la Investigación Arqueológica en México, instrumento de observancia obligatoria para todas aquellas personas o entidades interesadas en realizar investigaciones en la materia en nuestro país.
Otro adelanto importante fue la instalación, en septiembre pasado, de la Red Institucional de Enlaces de Género, cuyas acciones han contribuido a impulsar un clima de respeto a las diversidades sexuales y de género, así como fortalecer el trato igualitario en todos los centros de trabajo del instituto.
Como parte del plan de trabajo 2025-2030, la Dirección General y la Secretaría Técnica de la institución efectuaron el foro “Caminos abiertos hacia el INAH del futuro”, del 27 al 29 de noviembre de 2024, en el Museo Nacional de Antropología, donde se reunió a más de 6,000 participantes -presencial y virtualmente- para departir en torno a temas como la investigación, conservación y difusión del patrimonio; regularización presupuestal, promoción laboral y el fortalecimiento de sus escuelas de educación superior.
En otros frentes de trabajo, el instituto ha colaborado no solo con las secretarías de Cultura y de Relaciones Exteriores, sino también con la Fiscalía General de la República y autoridades de Estados Unidos, Italia y otras naciones, para repatriar más de 14,000 bienes patrimoniales que, en el pasado, fueron sustraídos de nuestro territorio.
Asimismo, ha reforzado la protección del patrimonio edificado mediante medidas como la declaratoria de Zona de Monumentos Históricos, otorgada en noviembre por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a 126 hectáreas del casco histórico de Salvatierra, en Guanajuato.
Otra localidad que, gracias a esfuerzos de expertos de la institución busca ser reconocida en el escenario global es Pátzcuaro, Michoacán, cuyo expediente de postulación para ser declarado como Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, fue entregado por la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH y el gobierno de dicha entidad, a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en París, Francia.
Impulso a museos y zonas arqueológicas
El crecimiento de sus espacios de divulgación ha sido otro logro del INAH, cuya red ahora abarca 165 museos y 194 zonas arqueológicas, más una paleontológica. En el sureste del país, el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) permitió erigir los museos de sitio de Edzná y Calakmul, en Campeche; de la Costa Oriental, en Quintana Roo, y el Gran Museo de Chichén Itzá, en Yucatán.
De igual modo, en un inmueble edificado en la primera mitad del siglo XX para alojar al internado indígena “Gral. Lázaro Cárdenas”, se concretó el Museo Histórico de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, cuyas salas reflexionan en torno a las resistencias e identidades de los mayas pretéritos y contemporáneos.
También destaca la actualización del Museo de Sitio de Palenque, en Chiapas, además de la puesta en operación del Centro de Atención a Visitantes de esta zona arqueológica, ideado para optimizar la visita en la urbe precolombina y brindar oportunidades de desarrollo a las comunidades indígenas que conviven con ella.
En la capital del país tuvo lugar la renovación del segundo piso del Museo Nacional de Antropología, cuyas antiguas salas etnográficas, ahora tituladas “Grandeza y Diversidad Cultural de México”, exhiben más de 6,000 objetos que dan cuenta de los saberes alimentarios, los textiles, las fiestas, lenguas, historias e identidades de los pueblos originarios y afrodescendientes.
Otras reestructuraciones han tenido lugar en los museos regionales de Sonora y de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, donde se inauguraron salas de sitio dedicadas a examinar la historia de los edificios que, respectivamente, los albergan: la antigua Penitenciaría de Sonora y la residencia porfiriana del general Francisco Cantón.
Por lo que toca a zonas arqueológicas, este 13 de enero de 2025, el INAH efectuó la apertura al público de Ichkabal, en Quintana Roo, cuyo apogeo ocurrió en el periodo Clásico maya (200-600 d.C.) y que alberga basamentos piramidales de peculiar altura, en algunos casos superior a los 40 metros.
Mediante estas acciones, el INAH refrenda su vocación y compromiso con la salvaguarda y divulgación del patrimonio cultural material e inmaterial, que permite a las generaciones presentes y futuras acercarse a sus raíces y participar en su preservación.