Son numerosos los filósofos que en sus observaciones sobre la evolución de la humanidad y de la vida del planeta tierra plantean que ante la situación de la vida aquí, éste y la especie humana podrían desaparecer.
Enumeran al menos 4 causas presentes que inducen a un posible desenlace de esas dimensiones: la escasez de agua que es un bien natural vital insustituible y común, sin ella ningún ser orgánico puede sobrevivir, luchar por el agua es una lucha por la vida y su diversidad.
Otra amenaza presente que pueden llevar a una catástrofe fatal, son las armas de destrucción masiva, sean nucleares, químicas o biológicas, ellas pueden destruir de 15 formas diferentes a toda la humanidad y lastimar profundamente la biosfera.
Una causa más que avanza sin pausa es el calentamiento global, cuyos efectos ya estamos padeciendo, de continuar como hasta el presente muchos seres vivos no podrán adaptarse y desaparecerán, de hecho los organismos del suelo, las especies de mamíferos, peces, aves, reptiles, anfibios y plantas han disminuido 68 por ciento de 1970 a 2016; en América Latina y el Caribe la pérdida es más grave, aumentando a la fecha a un 94 por ciento, señala un estudio de la World Wildlife Fund, es una verdadera devastación.
El consumo de los recursos renovables de la tierra, a lo cual llaman: “La sobrecarga de la Tierra”, causado por del consumo inmoderado actual, de manera que, le quitaremos lo que ya no puede dar o reemplazar.
La sobrecarga de la tierra se expresa en sequías, inundaciones, deshielos que producen aumentos de los océanos; la sobreexplotación proviene del exceso de explotación de los bienes y servicios naturales buscando la mayor acumulación posible, llegando a los límites de la voracidad, de manera que el 1 por ciento de la humanidad es dueña de la riqueza mientras que el 99 por ciento es excluida y vive en pobreza, lo que esconde un mar de sufrimiento por lo que mueren niños prematuramente, eso es una injusticia perversa, injusticia estructural que ofende a todos los que creemos en el derecho a igualdad.
En enero de 2015, 18 científicos publicaron en la prestigiada revista Science: “Los límites planetarios, Una guía para un desarrollo en un mundo cambiante”; ahí exponen 9 elementos para la continuidad de la vida, a saber: el agua, los suelos, la fertilidad, las fibras, el equilibrio de los climas, el mantenimiento de la biodiversidad, la preservación de la capa de ozono y el control de la acidificación de los océanos.
Se producen anualmente 36 billones de toneladas de bióxido de carbono, pero los sistemas forestales y los océanos sólo pueden procesar 20 billones de toneladas.
Todos los elementos están erosionados, aunque son 2 los de mayor degradación, están en los “límites fundamentales”, el cambio climático y la extinción de las especies, estas 2 fronteras fundamentales, con su ruptura pueden llevar al colapso de la civilización, por ello se dice que estamos ante una emergencia planetaria.
El Antropoceno es la actual era geológica que conlleva a una extinción masiva que se acelera por la agresión sistémica a los ecosistemas por parte de la acción humana, ávida de acumulación de bienes materiales que conduce a una implacable devastación.
En del Antropoceno el riesgo para la vida procede principalmente del ser humano, como el Satanás de la tierra que provoca el gemido de la Pachamama unido a los gemidos de los abandonados del mundo, el ritmo de consumo, desperdicio y contaminación del medio ambiente supera las posibilidades del planeta, de manera que esta ruta nos conduce inexorablemente a la catástrofe.
El conocimiento y la ciencia constatan, anuncian, pero no pueden mover a la acción, es preciso sentir, conmovernos ante los gritos de la tierra y de los pobres. Amemos a la tierra, porque eso somos, dejémonos conmover por la compasión, la solidaridad, el amor, la ética, sólo ellos nos pueden conducir al compromiso de salvar la vida y la casa común.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.