Siempre pensé que el fin de mundo nos pillaría bailando, como dice Joaquín Sabina, pero esta vez nos puede pescar en la calle, en la plaza, en el súper mercado, en el taller o la oficina.
El fin de mundo tiene nombre: “Coronavirus”. Pensé también en cómo lo pintaba Hollywood en sus películas: el fin de mundo comenzaría en Los Ángeles, New York, Londres, Jerusalén o Irak, pero nunca pasó por mi mente que Monclova sería el epicentro de una desatare apocalíptico.
Esta pandemia ha ventilado la falta de apoyo y el abandono en que las autoridades federales tienen a Coahuila y sobre todo al IMSS.
El paciente cero de coronavirus en Monclova dejó ver las carencias con las que trabaja el personal médico. Le quedó grande el puesto a Zoe Robledo y a Javier Guerrero ¿No tienen pena o un poco de vergüenza por lo que está sucediendo en la Región Centro?
El Gobierno Federal que encabeza MORENA ya había castigado a los monclovenses y a la Región Carbonífera con la lid de AHMSA y su falta de pagos. Ahora los castigan dejándolos desamparados.
Entraron a hacer su trabajo Miguel Riquelme y Alfredo Paredes, dos ediles de partidos diferentes. Así como los tres gobernadores del Norestes: Riquelme (de Coahuila), Rodríguez (de Nuevo León) y Cabeza de Vaca (de Tamaulipas).
La idea que pretendían hacer allá por 1840 no era tan descabellada, formar la República del Río Grande. La razón de formar este país dentro de México fue porque Santa Anna convirtió a la ciudad de México en sede del poder central de la República. Algo similar a lo que vivimos con MORENA.
Vemos con tristeza lo que acontece en el País, pero es parte de lo que queríamos, ¿no? Pedíamos un cambio y helo aquí: Un Gobierno centralista que se ha olvidado de todos. No existen proyectos, apoyos o inversiones.
MORENA está acabando con lo construido, destruyendo todo y tratando de hacer cosas nuevas, falacias mágicas sobre los escombros que siguen derrumbando. Pero ¿vamos a dejar que todo se desmorone? ¿Vamos a dejar que lo construimos se vaya a la basura por culpa del Gobierno Federal?
Hay una incertidumbre en el ambiente que va mucho más allá del COVID–19, no debemos permitir que este Gobierno de 4ta nos lleve a una crisis. La mejor forma de detenerlos es castigándolos en las urnas, votar por quien quiera, excepto por ellos. Hay una crisis terrible en el poder y eso ya nos costará a todos. Ahora, piense en el futuro de sus hijos.
Por último, ayer fue Domingo de Ramos, un domingo sin procesiones, ni visitas a iglesias. Sin ramos de orégano, manzanillas, laurel, entre otras yerbas que mi madre atesora para curar algún mal.
Tampoco habrá bendición del pan ni lavatorio de pies ni vistas a los 7 templos, todo será virtual, al igual que el Vía Crucis.
Lo que más me duele es ver cocinar a mi madre a través del celular: su capirotada, chicales, lentejas, las flores de palma, las siete comidas serán muy diferentes.
Les deseo una buena Semana Santa, quédense en casa y recétese mucha paciencia para soportar lo que viene.
No me quiero despedir, sin recordar las palabras que me dijo mi amigo Marino “El Chaparrito” González: “en esta cuarentena todos somos una bomba de tiempo. Y hoy más que nunca la gente lo percibe. Tal pareciera que hasta ahora descubren que vivir es también una tragedia y la muerte nos acompaña. Los ansiosos vivimos ese espectáculo a diario. En eso les llevamos una ventaja”.
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