La semana pasada en este mismo espacio conté la terrorífica historia de cómo terminó Gabriela, destazada por su pareja, esparcida en la basura de sus vecinos para que la Policía no la encontrara. Lo más terrible de todo, es que aun no encuentran las partes de su cuerpo.
El pasado 10 de febrero, “El Joker” de Macuspana (porque el mote de Filósofo le queda muy grande), dijo ante la presencia de Alejandro Gertz Manero, el Fiscal del País, que busca eliminar los feminicidios.
Cuando se encontraba en el Palacio Nacional, un reportero le preguntó sobre la propuesta que realizó en días pasados de eliminar el delito de feminicidio del Código Penal, por lo que el Presidente salió a su defensa diciendo que “la información se ha manipulado, me van a voltear el sentido de esta conferencia, pues no me gusta eso, no quiero que los feminicidios opaquen la rifa, es distorsión e información falsa.”
¿Este es el Gobierno que querían? ¿Este es el «Presidente del cambio»? El que no sería «más con lo mismo».
La efervescencia de su populismo en la semana pasada ha desbordado el vaso de la política mexicana. Hemos vuelto a los 70s, al régimen del PRI que se caricaturiza en las series de Netflix, donde el Presidente marcaba la partitura de las políticas públicas, y sus decretos eran tabula rasa a las necesidades del País.
Uno que adolece 10 feminicidios diarios, 10 asesinatos de mujeres, 10 niños que se quedan huérfanos… y no hay bardos que lloren.
¿Dónde está Sicilia, Taibo, Boone o Herbert? ¿Dónde está el compromiso social de esos poetas que tanto se han beneficiado del Estado?
Diez mujeres que apagan el cirio de los justos y que un Mandatario loco a la mañana siguiente pretende callarlas, minimizarlas en un show que cada vez se parece a la escena clave en la película Joker, donde Phoenix asesina a De Niro y provoca un caos en la población.
López asegura que tiene otras prioridades más importantes que la cadena de dolor. Esas mujeres ya no forman parte de su vulgo, ya no votarán para hacer un cambio, ya no comprarán boletos para la rifa del avión.
Qué tristeza, qué escenario tan lamentable para todas ellas y para todos lo que votaron por él.
Ellas son el estandarte para que este Joker claudique junto con su partido. Dos fuerzas que no saben enfrentar las crisis y lo único que lograron hacer fue este decálogo que parece sacado de una película protagonizada por Martha Higareda y Omar Chaparro.
Así de deficiente se escribe el guión de la política mexicana. Así que amigos míos, este año no esperen Oscar.
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