Cuando pase el tiempo deberíamos de estar
con esos que se interpusieron
entre el virus y nosotros”.
Los llamados han sido vehementes, acuciosos, no agredir a las enfermeras y médicos, recibirlos y tratarlos con amabilidad porque ellos pueden ofrecerte la salud, ellos pueden interponerse entre el virus y tú, el 85% del personal paramédico en México son enfermeras mujeres.
Es preocupante que la población desate sus pasiones de inconformidad en contra de los médicos y enfermeras que en estos momentos pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte, resulta inexplicable que se canalicen los sufrimientos por el pánico, las carencias económicas y otros problemas familiares hacia el personal de salud que es la vanguardia, está en primera fila en la lucha para vencer al virus.
Quienes mayores agresiones han recibido son enfermeras, médicos y personal de limpieza, los que además enfrentan como pueden las carencias de insumos médicos necesarios, en San Luis Potosí una enfermera fue agredida a golpes por una mujer que le fracturó 2 dedos de una mano, además en Azcapotzalco en el Hospital de Zona número 48, familiares de un fallecido por Covid-19 golpearon a enfermeras, médicos y policías al exigir ver por última vez a su pariente muerto.
Igualmente, en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, incendiaron un hospital en desuso que sería habilitado por militares. Se han presentado casos en los que arrojan cloro a las enfermeras, porque éste es recomendado como preventivo del Covid-19, acosándolos como portadores del virus.
La situación de Monclova y Piedras Negras es muy grave por el número de contagios que es alto entre médicos, paramédicos y hasta camilleros e intendentes resultaron infectados.
Esas reacciones de agresión son totalmente contrarias al agradecimiento y reconocimiento del compromiso que el personal de salud enfermeras y médicos ofrece con calidez, haciendo todo lo que está en sus manos para aliviar y curar a los enfermos a pesar de la precariedad que prevalece en algunos de los hospitales.
Contrario a estas patologías sociales de nuestro país contra médicos y enfermeras, en España han propuesto que sean las enfermeras quienes reciban el Premio Princesa de Asturias por su sacrificio y heroísmo en la lucha contra el coronavirus, tanto el director del Sindicato de Enfermería, SATSE como el Director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), solicitan que este año debe llevar inscritos, en letras de oro, los nombres de todos y cada uno de los profesionales de la Enfermería que estos días están dejando la piel y la vida para curar a miles de personas contagiadas por el virus.
Una legión de enfermeras y enfermeros que están dando lo mejor de sí en condiciones de trabajo deplorables, sin mascarillas, con bolsas de basura en lugar de trajes quirúrgicos y con gafas de esquí haciendo las veces de viseras protectoras reclama reconocer su entrega, su vocación y su valentía y por ello la sociedad española cree que se han hecho merecedores de este importante galardón.
El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias constituye un evento social, científico y humanístico de primera magnitud a nivel nacional e internacional por ello los ciudadanos confían engrandecer a los héroes y heroínas de esta grave crisis sanitaria que asola a España y al mundo.
Ojalá los mexicanos revaloremos que el temor de este peligro debe convertirse en previsión; las víctimas en primera línea se llaman: enfermeras, médicos, técnicos, trabajadoras sociales, laboratoristas, personal de mantenimiento y de intendencia, que en muchos casos, sin la debida protección sufren el impacto negativo en su salud, gracias médicos y enfermeras, gracias.
Este texto es responsabilidad de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.