El todopoderoso Morena se está encontrando con la amarga realidad, hay más poderosos. Afuera Trump y en México los cárteles.
Hace algunos años circuló un audio en el cual Fidel Herrera, en aquél entonces gobernador de Veracruz decía “Estoy ahorita en plenitud del pinche poder” frase que se hizo famosa y se señaló como la cúspide de la arrogancia del PRI que por entonces buscaba volver a la presidencia.
Hoy podemos ver que Fidel Herrera era un síntoma del sistema político mexicano y no el problema, luego de las elecciones federales de 2024 y de la composición que se alcanzó en las Cámaras legislativas varios de los principales miembros de Morena han mostrado que ellos se sienten, precisamente “en plenitud del pinche poder”, hubo quien se vanaglorió de que en 50 años la oposición no podría deshacer lo que ellos estaban plasmando en la Constitución.
Apenas unos meses después parece que la realidad los está alcanzando y se están dando cuenta de que, como se señala en una historieta de superhéroes, “un gran poder trae consigo una gran responsabilidad” en este caso la responsabilidad de ofrecer resultados.
La llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos y unas cuantas de sus declaraciones bastaron para que quienes se sentían absolutos voltearan a ver a la oposición para pedir su solidaridad ante los “atropellos” de “la plenitud del pinche poder…” de Trump.
Pero no solo es en el ámbito internacional en que se están topando con un poder más grande que el suyo, al interior del país se presenta ya una parte de las consecuencias derivadas de decisiones políticas tomadas en el presente y el pasado sexenio, en amplias zonas del país los gobiernos locales y el federal están siendo abiertamente retados por el poder de los grupos del crimen organizado.
Estos grupos, catalogados como terroristas por la administración Trump, se encuentran decididos a no dar un paso atrás en los territorios que han ganado y en los cuales actúan como un poder similar al del Estado, cobrando impuestos que en estos casos se llaman “derecho de piso”, en tanto que Estados Unidos también está decidido en hacernos pagar las consecuencias de que, desde su perspectiva, no son combatidos en México.
Pero no son los únicos que están desafiando a los poderes locales, las manifestaciones que se presentaron en Sinaloa poco o nada tienen que ver con lo que haga o deje de hacer el actual presidente norteamericano y sí con lo que hacen o dejan de hacer los gobernantes mexicanos de los diferentes niveles, aunque Morena ha dicho en muchas ocasiones que “el pueblo pone y el pueblo quita”, parece que ese es solo un slogan, ya que todo el aparato de ese partido decidió apoyar a un gobernador que ha hecho oídos sordos a las necesidades del pueblo bueno y sabio que se supone representa, ni hablar de las acusaciones en su contra por supuestamente estar coludido con los narcotraficantes. ¿Y qué decir del exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco o de los exmandatarios de Tabasco y Veracruz, cobijados por el actual grupo político hegemónico?
Por si todo esto fuera poco, las finanzas del país se encuentran al límite, los programas asistenciales y las obras cumbre de la pasada administración continúan devorando presupuesto en grandes cantidades y la deuda, esa que se supone no se contrató, sigue creciendo.
Pero parece que nada importa, porque al final de cuentas Morena se encuentra “en plenitud del pinche poder” y está dispuesto a ejercerlo… hasta donde tope.
Este texto es responsabilidad total, única y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
Juan Palacios
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey.