Puede ser entendible que la gente tenga miedo, que vea en los trabajadores de la salud a personas portadoras del Covid-19, pero eso no justifica un ataque de cualquier naturaleza.
En varios países del mundo a una hora determinada, las personas que se encuentran en aislamiento salen a los balcones de su casa para dar un aplauso a los trabajadores de la salud que todos los días y afrontando un gran riesgo, prestan sus servicios.
En México hay quienes han intentado imitar este gesto para estos trabajadores y en redes sociales más o menos ha prendido la iniciativa.
Pero los trabajadores y trabajadoras de la salud en nuestro país no requieren tanto aplausos o agradecimientos como medidas de protección, de todo tipo.
Las mínimas por supuesto consisten en que cuenten con el equipo necesario para su protección física a la hora de llevar a cabo la labor tan delicada que realizan.
Por otra parte, protección ante las reacciones originadas por el miedo y la ignorancia de quienes los encuentran por la calle, en el trayecto hacia sus hogares o en estos.
Son ya muchos los ataques que se han realizado en contra del personal de salud, tantos, que la jefa de enfermeras del Sector Salud tuvo que salir a pedir que cesen estos.
Puede ser entendible que la gente tenga miedo, que vea en los trabajadores de la salud a personas que pueden contagiarse más fácilmente que ellos y por eso los ven desde ya como portadores del virus que, a su vez, podría contagiarlos.
Pero que sea entendible el miedo, no quiere decir que pueda justificarse un ataque de cualquier naturaleza, desde el chofer del camión que niega el servicio a una persona por traer el uniforme de enfermera, el llamado “pitufo”, hasta quien abiertamente golpea o lanza cloro a cualquiera de ellos.
La ignorancia y el instinto de supervivencia salen de lo más profundo de la naturaleza humana, al final de cuentas somos animales, pero la cultura que nos ha traído hasta aquí debe estar por encima de cualquier otra consideración.
No, los trabajadores de la salud no necesitan aplausos, necesitan respeto y condiciones adecuadas para realizar su trabajo, los aplausos mejor convertirlos en mejores condiciones laborales desde ya, no esperar a que pasen los días aciagos y luego todo vaya al olvido.
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría
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Juan Palacios
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey.