¡Qué grato es ver regresar a nuestros hermanos mexicanos, a su Patria, en este fin de año 2019!
Imagino las grandes fiestas familiares, llenas de regalos, de comidas, de música y de afectos.
El éxodo de hermanos nuestros rumbo a la Frontera Norte se multiplicó en los años ochenta, cuando la economía mexicana quedaba en ruina por malas políticas de inversión o de administración.
Muchos fueron a los EU, vencieron los retos de la discriminación, de sentirse menos en tierras que fueron nuestras.
Se habla de muchos mexicanos viviendo ahora en los Estados Unidos, algunos rompieron todas las expectativas de mejoramiento, otros se perdieron en la labor, en el campo.
Pero aún así allá quedaron, legalizaron su estancia y de año a año regresan al terruño, a la querencia, a recorrer las lomas, los aguajes, los viejos caminos que caminaron de niños, y aquí estarán durante un corto tiempo, que esperemos sea grato, estancia que revive orgullos de raza, de querencias, de la Patria, la generosa Patria que aquí estará siempre, dispuestos a verles volver y acariciar con dulces recuerdos su estancia.
Ya volverán nuestros paisanos, otra vez a la rutina del trabajo, por ahora a disfrutar a su México, es lo mínimo que les podemos desear en estos días de Fin de Año, en el rancho.