1918, octubre-noviembre, el tiempo que Linares sufrió en vivo el Infierno en la Tierra, por la Influenza Española.
Bien lo comenta José Alberto Rodríguez Ramírez, en Linares 300, las consecuencias de la Influenza Española que se vivieron particularmente en el año de 1918 fueron catastróficas.
En ese año llegaron 5,000 almas a Linares, de Villagrán, Burgos, Cruillas, Méndez e Hidalgo, incluso de Iturbide y de Hualahuises, que venían huyendo del Infierno en la Tierra que significaron los efectos de la Influenza Española.
Las autoridades municipales, encabezadas por Carlos E. Tamez, Germán Gómez y el Dr. Donaciano B. Zambrano, hubieron que enfrentar los problemas de dar educación los niños, vivienda a las familias y trabajo a los hombres que llegaron a la Ciudad de Linares en busca de Refugio.
Solicitaron un modesto apoyo económico de 300 pesos al Superior Gobierno del Estado, que obviamente no era suficiente para enfrentar esa migración de tantísimas familias que buscaban refugio y ayuda en la muy noble ciudad.
Cinco mil personas en busca de vivienda, trabajo, educación y principalmente salud fueron las que llegaron principalmente de los municipios tamaulipecos en ese año de infierno, y los linarenses dijeron sí a su responsabilidad humanitaria para brindar noble auxilio a los tamaulipecos en ese año de infierno que fue 1918.
Cien años después, esperemos que esa tragedia no se repita.
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