Si bien nunca ha sido el académico más reconocido, por algunos años se consideró a John Ackerman como una voz válida en el ámbito intelectual, visión quizá basada en el conocimiento superficial que muchos teníamos de su trabajo o bien en la carrera académica de sus padres Bruce y Rose Ackerman, pero ha bastado un poco de exposición pública en el actual sexenio para que todo rastro de intelectualidad se esfume y en su lugar se muestre el verdadero Ackerman, un payaso al servicio del sistema.
No es nuevo que los intelectuales se pongan al servicio del sistema, en el pasado muchos lo hicieron, incluso personajes de talla mayor a la de Ackerman, como Carlos Fuentes u Octavio Paz, pero estos personajes nunca fueron tan rastreros o se aprovecharon tanto del poder como John y su esposa Eréndira Sandoval.
Ackerman ha despotricado en el pasado contra la corrupción, el influyentísimo, la misoginia, el uso personal del poder, la falta de transparencia, la captura de medios de comunicación y de órganos autónomos, pero en cuanto tuvo influencia ha caído en todos los pecados que en antaño denunció.
Lo mismo no ha podido dar explicaciones de su fortuna personal y de su esposa, ha utilizado su posición para colocar a familiares en la nómina pública, trató de colocar a incondicionales de MORENA en el INE y marginó a Sabina Berman del programa que tenían juntos en Once Tv, en donde las loas a AMLO eran su contenido principal.
Su falta de rigor académico se ve retratada de forma completa en la expresión hecha hace unos meses en el propio programa de Once Tv, cuando afirmó que México tenía al frente del combate de la pandemia a un científico, a lo cual Sabina Berman le respondió que se trataba del subsecretario Hugo López Gatell, a lo cual Ackerman reviró de inmediato y dijo que no, que se refería a Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, fue objeto de burlas incluso entre militantes de MORENA, porque demuestra que Ackerman está dispuesto a arrastrarse para mantenerse en el favor presidencial, aún a costa de lo poco que le quedaba de prestigio.
@victorsanval
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