El lugar del pecado y de amores concupiscentes existe en Linares desde los tiempos en que se construyó el Ferrocarril al Golfo en 1885-1890. En ese tiempo los encargados de guardar la moralidad eran el alcalde Jesús Ma. Benítez y Pinillos, y el orden en la bulliciosa Ciudad de Linares, el coronel Cruz Tijerina.
La Zona del Pecado aún existe en Linares, en las orillas de la ciudad por el rumbo del Arroyo Camacho, y ha sido escenario de escándalo social en no pocas ocasiones y lugar propio a la reyeta, el enfrentamiento entre hombres hoscos y belicosos que generalmente terminaban en el panteón o en la cárcel.
Afortunadamente de eso hace tiempo…
En pleno fervor de la violencia revolucionaria (1910-1917), los Ayuntamientos bajo la responsabilidad de don Marcelo Gómez Treviño, Tristán Guerra Treviño, Primitivo Treviño y don Miguel Torres Gutiérrez, aplicaban con rigor EL CÓDIGO SANITARIO, a fin de evitar las enfermedades vergonzantes que pudieran ocurrir en la Zona del Pecado.
Lo peor era que los salones de baile, donde se tomaban alcoholes y propiciaban escenas no propias para los infantes, estaba a un costado de la hermosa Alameda Mariano Escobedo, hoy Parque Deportivo Adolfo López Mateos.
Muchos años después, los salones de baile que existían en el cuadro urbano de Linares fueron llevados a las afueras de la ciudad, donde todavía como testimonio histórico de una época que no termina, siguen existiendo.
MANTENER LA FE
Este momento sanitario pasará, así fue en 2009, cuando la influenza, y de eso hace ya 10 años.
Por eso irradia buenos pensamientos así estemos sanos o enfermos, porque recibimos según nuestro estado de ánimo. Hay que pensar en cosas buenas, positivas, y con la bendición de Dios tendremos buena salud y sortearemos de nuevo esta nueva emergencia sanitaria.
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