El abuso de poder de las personas que han ocupado la Presidencia en México y la corrupción ha sido una constante, la que por cierto nunca ha sido castigada, por ello no puedo dejar de estar de acuerdo en que, si hay elementos para castigar a varios de ellos, se inicien los procesos debidos, y si son encontrados culpables que vayan a la cárcel.
Pero el hecho de que se someta el asunto a consulta no sólo es absurdo, sino contrario a todo el marco jurídico, ya que una consulta permite al menos dos resultados posibles y en ambos pueden caber contradicciones legales. Por ejemplo, asumamos que un expresidente cometió actos de corrupción importantes y que hay pruebas contundentes en su contra, pero las personas se pronuncian en la consulta por no investigar a los expresidentes, ¿a quién debemos hacer caso a la voluntad popular o a la evidencia en contra del exmandatario?
Lo mismo sucede en sentido contrario, es decir, si la población vota por llevar a la justicia a todos los expresidentes, a pesar de que para alguno de ellos quizá no existan elementos suficientes para iniciar un proceso en su contra. En este punto alguno de ustedes podrá argüir con justa razón que es muy probable que todos los expresidentes hayan cometido excesos y por tanto puede haber pruebas en su contra, sin embargo, en ese caso, la dichosa consulta no sería necesaria.
Para llevar a la justicia a un expresidente no hace falta la consulta, de hecho, la consulta puede ser utilizada por sus abogados para argumentar faltas al debido proceso y a la presunción de inocencia. Lo importante es construir un caso sólido basado en evidencia y vaya que hay muchos expresidentes que tienen mucha tela de donde cortar.
Quizá el más claro ejemplo es Enrique Peña Nieto con la construcción de la casa blanca, basta un poco de investigación para encontrar enriquecimiento inexplicable y se pudo haber iniciado un proceso en su contra a pocos días de haber dejado el poder, pero inexplicablemente no se le ha tocado.
Afrontémoslo, la consulta no es ni legal ni tampoco es un mecanismo para promover la participación de la población en procesos de justicia, es una vil y descarada estrategia de propaganda política utilizada por Andrés Manuel López Obrador, ya que si su Gobierno se hubiera tomado en serio la corrupción en los expresidentes, hoy más de uno, comenzando por Peña Nieto, estaría tras las rejas, pero él ha perpetuado el pacto de impunidad y sólo en el momento en que se encuentra en problemas, saca esas cartas de la manga para desviar la atención.
Mi punto es que si el Presidente desea hacer un cambio, romper el pacto de impunidad que ha estado vigente por años en México y busca que por fin los expresidentes paguen por sus respectivos excesos, dejemos a un lado el circo y que si hay pruebas se inicien de inmediato los procesos, porque de lo contrario corremos el riesgo de que al final todo siga igual que siempre.
victorsanval@gmail.com @victorsanval
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.