«Niños en la narcozona» acaba de ganar un premio como mejor corto del NYT.
Es uno de los cortometrajes más estrujantes y perturbadores que he visto, me dejó paralizada de horror por un rato cuando lo vi meses atrás.
Me pareció más duro de digerir que el documental del que se desprende, «La libertad del diablo».
Es un fiel reflejo de la profunda decadencia de la sociedad mexicana, que ha entregado a sus generaciones más vulnerables al crimen organizado.
No hay día que no piense cómo vamos a salvar a nuestros niños de esa putrefacción generalizada.
Por otra parte, una gran porción de los libros y artículos periodísticos y académicos sobre el submundo criminal del narcotráfico están para el basurero.
Deberíamos tomar algún tipo de medida para detener esta chatarrización de los estudios del narcotráfico que conlleva a la pérdida de tiempo valioso para quien busca información confiable.
Adela Cedillo
Doctora en Historia de América Latina por la Universidad de Wisconsin-Madison Es licenciada en Historia y maestra en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado artículos en revistas indexadas y de divulgación y capítulos en obras colectivas sobre la guerra sucia mexicana, las organizaciones armadas revolucionarias, los derechos humanos y la guerra contra las drogas.
Tw @Eliseirena