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MI SEGUNDA OPORTUNIDAD

Hay quienes hablan de segundas oportunidades, de un nuevo comienzo, de una nueva vida.

Yo siempre he pensado que la vida es una, con sus retos y sus triunfos, con sus aciertos y errores, con sus acciones y consecuencias.

Creo que nuestra existencia tiene un propósito. El día de nuestra muerte, quienes se quedan atrás juzgan lo que hicimos o dejamos de hacer por ellos: las alegrías y las penas, las sonrisas y las lágrimas…

Hace exactamente un año, apenas unos días después de mi cumpleaños 46, estuve muy, muy cerca de morir.

Mientras conducía hacia el hospital, infartado, pensaba en cómo se iban a enterar mis hijas, en cómo mis seres queridos me iban a ver partir así, nada más, sin despedirme de ellos.

Me mentalicé para lo que viniera, y aún así, no estaba preparado. Y aún no lo estoy. 

Creo que mi propósito es ver crecer a mis dos hijas, que se abran paso en la vida. Al menos es un deseo. 

Espero que aún me queden muchos años por delante para poderlas ver realizadas. Por ahora, lo único que puedo hacer es cuidarme. Ni un solo cigarro desde entonces, tomo mis medicamentos sin falta, y estoy viendo a un nutriólogo para controlar mi alimentación. 

Trato de hablar todos los días con mis hijas, y hacerles saber que aquí estoy para ellas y que seguiré estando mientras me necesiten.

Por ello estoy agradecido, porque sigo respirando, porque sigo recorriendo ese camino que en cualquier momento se termina.

Hoy al despertar se me hizo un nudo en la garganta al recordar cada detalle de lo que sucedió hace un año, pero me di cuenta de que pase lo que pase, el de hoy será un día mucho mejor.

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Néstor González

Es periodista con más de 20 años de experiencia en medios de comunicación.