Después de casi tres meses el gobierno de Andrés Manuel López Obrador presenta un informe financiero de la mal llamada rifa del avión presidencial y contradice los primeros datos.
«Se rifó el avión presidencial y se entregaron 100 premios de 20 millones a particulares, escuelas y hospitales», Andrés Manuel López Obrador, 1 de diciembre de 2020, informe a dos años de gobierno.
Dos días después de celebrarse el Gran Sorteo Especial Número 235 con 100 premios equivalentes al valor del avión presidencial, el 15 de septiembre, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador se presentó un breve informe de los ingresos y de los 100 boletos premiados.
«Se vendieron 4,685,800 cachitos, que representan el 78.09 por ciento. La venta fue de 2,342,900,000 pesos», informó Ernesto Prieto Ortega el 17 de septiembre. Y detalló quienes eran poseedores de los 100 cachitos premiados «se distribuyeron de la siguiente manera: empresarios 42, Lotería Nacional 16, Insabi 13, sindicatos 5 y no vendidos 24».
Nuestro líder precisó el dinero que iba a recibir el Instituto de Salud para el Bienestar por los 37 premios de la mal llamada rifa del avión presidencial: «setecientos cuarenta millones (incluyendo) los no vendidos que quedan al Insabi, que es parte de lo que se va a licitar para los equipos».
Como López Obrador aseguró, durante toda su campaña publicitaria, que los 2 mil millones de pesos de los premios los iba a cubrir el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), en sus cuentas todo lo ingresado por la venta de boletos iba a ser destinado a la compra de equipos médicos para el sector salud. Con esto en mente, hizo cuentas alegres aquel lejano 17 de septiembre: «nos queda el avión, que se va a vender también en más de dos mil millones y ese dinero se va a aplicar también para la compra de equipos médicos; o sea, el avión nos va a dejar más de cuatro mil millones de pesos y todo ese dinero va a ser para equipar hospitales públicos».
Al cumplir dos años de asumir su gobierno, en su informe reiteró que se había rifado el avión presidencial y que se habían entregado los 100 premios de 20 millones de pesos cada uno. Lo primero era por todos sabido (no estoy seguro que por él también) que faltaba a la verdad, nunca se rifó el avión, lo que la mayoría no sabíamos era que tampoco se entregaron los 100 premios, que estaban garantizados por el Indep.
LA CRUEL REALIDAD
Tan solo 10 días después, en la gustada conferencia matutina del pasado viernes 11 de diciembre, la hoy directora de la Lotenal, Margarita González Saravia, informó los siguientes datos:
– Se imprimieron 300 mil planillas, seis millones de cachitos o billetes.
– Se vendieron 3,647,353 billetes a 500 pesos cada uno, lo que nos dio como resultado 1,823,676,500 pesos.
– Se pagaron en premios 1,272,727,260 pesos.
– Pagos de impuestos, comisiones a vendedores de billetes y gastos de operación: 286,817,590 pesos.
– El remanente o utilidad del sorteo que se dio como apoyo al Insabi fue de 264,131,650 pesos.
Para hacer lucir el resultado presumió: «consideramos una utilidad de beneficio social del 96 por ciento del sorteo, sumando los premios que se dieron a la población, a las escuelas, a los hospitales, los impuestos, las comisiones y los remanentes». Creo que se vio corta la titular de la Lotenal en realidad el beneficio social es del 100 por ciento porque algunos mexicanos, que también son parte de la sociedad, recibieron el restante 4 por ciento de esos recursos como pago de algún servicio o producto ligado a la rifa.
Y puso punto final al informe: «Y con esto, el gobierno federal dio cumplimiento al compromiso adquirido con la rifa del avión presidencial, beneficiando al pueblo de México; en especial, a escuelas y al sector Salud».
Podría uno celebrar que se hayan generado 264 millones de pesos para el Insabi y que haya tenido un beneficio social del 96 por ciento, pero como nada nos gusta, ¿qué creen?, tenemos otros datos, bueno en realidad son datos de nuestro líder.
Al contrastar lo informado este viernes con lo de hace casi tres meses, sobresalen los siguientes datos:
– Un faltante de ingresos por venta de 519,223,500 pesos. Que corresponde a 1,038,447 cachitos que no habrían sido entregados al Insabi antes del sorteo como boletos no vendidos.
– No se entregaron los 100 premios. Como no está desglosado cuánto fue lo retenido por impuestos uno puede presumir que se entregaron por lo menos 64 premios y a lo mucho 77. Por estas cifras podría suponerse que sí se cubrieron los 76 cachitos ganadores que enlistó el 17 de septiembre el entonces titular de la Lotenal, pero de los boletos no vendidos que le dieron al Insabi no le entregaron ningún premio, algo que en los hechos contradice lo dicho por nuestro líder en las celebraciones por el segundo aniversario de su llegada al poder.
– Con lo anterior uno podría asumir que los ingresos faltantes corresponden a los 500 millones de pesos de los boletos repartidos en los hospitales, pero aquí surgen varias dudas que pueden acabar en responsabilidades, por lo menos administrativas, de algunos funcionarios, del presidente no creo, aunque él haya dado la orden y muchos lo escucharon en su gustada conferencia ordenándolo. ¿Quién ordenó entregar el millón de boletos a los hospitales sin que fueran pagados?, y peor aún ¿por qué se les entregaron los premios? ¿Que no debe aplicarse «boleto no pagado no participa»?
– Hay otro faltante de 19,223,500 pesos, ¿dónde quedó ese ingreso?, porque si algo tiene la Lotenal es un proceso muy riguroso de pago de los boletos, no es el primer sorteo que realiza. Y no solo eso, hizo un corte de caja antes de la rifa y entregó todos los boletos no vendidos al Insabi, en otras palabras todos los cachitos vendidos debían de haber estado ya pagados antes del sorteo.
– Y algo que también viola toda la normatividad, ¿con qué se garantizó el pago de los 2 mil millones de pesos de los premios?, todo hace suponer que no se garantizó, sino entonces ¿por qué no se cubrió el total de los premios?
Usted pensará que estas preguntas nunca serán respondidas, quizá tenga razón pero no hay peor lucha que la que no se hace. Por mi parte, ayer solicite vía transparencia a la Lotenal, el Insabi y el Indep información sobre la mal llamada rifa del avión, bueno en realidad del Gran Sorteo Especial Número 235. Por lo que a partir de esta semana reinicio el contador del informe de este sorteo. Ha pasado un día (tienen 20 hábiles para responder) desde que realice tres solicitudes de información a la Lotenal, al Insabi y al Indep para conocer con más detalle el informe financiero de la mal llamada rifa del avión presidencial.
Por cierto, la semana pasada nuestro líder ya tiró la toalla en su intento de vender el avión presidencial. “Imagínense, comprar un avión que ahora no lo podemos vender, porque es extravagante. Si fuese un avión normal, no costaría trabajo venderlo, pero fue hecho para el presidente en turno».
Por otra parte le sugiero que no deje a la suerte el futuro de México dentro de 173 días, vaya y vote, a lo mejor su opción no gana, pero es mejor eso que abstenerse de participar.
¡Hasta la próxima semana!
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.
Edmundo Crespo Ruiz
EDMUNDO CRESPO RUIZ es periodista y economista egresado de la Facultad de Economía de la UANL, con más de 30 años de experiencia en medios de comunicación.