Durante 2021 veremos si Morena es capaz de consolidarse como partido.
Comentaba la semana anterior que las elecciones tienen diferentes significados para los distintos actores que participan en ellas, es el caso de los partidos y me gustaría iniciar el análisis de estos por el partido en el poder: MORENA.
Morena se vendió como “La esperanza de México”, cuando en realidad ese título se aplicaba a su líder, el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero que una vez llegado al poder y con la declaración del presidente en el sentido de que ya se realizó la transformación principal del país, quizá ya no vaya a ser posible venderlo en esos términos.
Morena en realidad carece, al menos por lo que se observa desde afuera, de la estructura necesaria para ser considerado un partido político con una estructura electoral, de hecho, pareciera que dicha estructura se encuentra más bien en los programas de gobierno que en el instituto político propiamente dicho.
El Movimiento de Regeneración Nacional se parece a lo que en su momento fue el PRD, un partido integrado por “tribus” que peleaban sus espacios de poder a toda costa, grupos que se consideraban los verdaderos militantes y los “puros” en el sentido de que representaban verdaderamente la ideología de ese partido.
Así se ve desde afuera este partido. Puede ser que la realidad sea distinta, pero simplemente la disputa por la dirigencia nacional fue una muestra muy clara de la forma en que se las gastan sus integrantes: cuando no ganan, reclaman fraude, así sea entre ellos mismos.
Muchos confían en que Morena reflejará en su votación los niveles de aprobación de que goza Andrés Manuel, la realidad pudiera ser distinta, sobre todo si la comparamos con la elección de 2018 en que ganaron la presidencia.
En esa elección, AMLO obtuvo en números redondos, 30 millones de votos, en tanto que sus candidatos a puestos legislativos obtuvieron unos 10 millones de votos menos, es decir, un tercio menos de la votación.
Lo que deseo subrayar es que ni siquiera en el momento de mayor fortaleza en cuanto a su candidatura, AMLO pudo trasladar a su partido el total de su fuerza electoral, la pregunta hoy sería, qué ha cambiado como para que en estos momentos sí lo hiciera.
Porque las encuestas registran un 61% de popularidad del presidente, pero ni de cerca son los mismos números cuando se pregunta por sus resultados en el ejercicio gubernamental.
En otras palabras, la gente quiere a Andrés Manuel, pero no está muy convencida de su gobierno, por lo cual insisto: ¿será Morena capaz de aprovechar la aprobación personal del presidente para obtener una votación que le asegure una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados?
No creo que exista una respuesta fácil, la historia de AMLO como candidato presidencial nos dice que nunca ha sido capaz de hacer tal cosa, pero ahora, con el poder del Estado tras de sí, las cosas pudieran cambiar.
Por lo pronto, el objetivo de Morena seguramente será consolidarse como partido, con miras a 2024, ya que, de no lograrlo, puede ser un instituto político efímero, inclusive con menor vigencia que el PRD, el cual se integró más o menos de la misma forma en que lo hizo Morena: en torno a un caudillo.
AL MARGEN
Ayer gobierno del estado de Nuevo León decretó el cierre de actividades de centros comerciales y de autoservicios como Soriana, HEB y otros. Pareciera que no han aprendido nada durante la pandemia.
Cada vez que se realiza un anuncio de este tipo se presentan movimientos anómalos entre los neoloneses.
Así sucedió con la ley seca, la reducción de los horarios en el transporte público y póngale todo lo que se acuerde aquí.
Ya veremos qué sucede, sobre todo cuando, pese al aumento de casos y muertes, la gente parece haberle perdido el miedo a la pandemia.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.
Juan Palacios
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey.