El usuario final ha quedado atrapado entre la sobrecarga de desinformación y la falta de diversidad en las plataformas disponibles.
Cuando era reportera a inicios del siglo XXI recuerdo que el internet era el campo de cultivo para el surgimiento de los primeros foros y comunidades en línea. Los usuarios se reunían en espacios digitales como chats, listas de correos y sitios web que incentivaban el intercambio de ideas y debates sobre temas de interés.
Con la evolución de la tecnología, estas comunidades dieron paso a lo que hoy conocemos como las redes sociales, que no solo conectaron a personas de distintas partes del mundo, sino que también transformaron el tejido de nuestra interacción social y cultural, hoy muchos jóvenes no conciben su vida real desconectada de la digital.
Esta semana dos poderosos anuncios sobre plataformas clave como TikTok y Meta amenazan con trastocar el ecosistema que ha estado en constante transformación por más de dos décadas.
El cierre de TikTok en Estados Unidos, justificado por las preocupaciones de seguridad nacional y suposiciones sobre la vinculación con el gobierno chino, representa un símbolo de la fragmentación digital. En poco tiempo la red de videos cortos se convirtió en un espacio clave para la creatividad, la expresión cultural y la formación de movimientos sociales y también para las ventas. Esta red tal y como la conocemos hoy podría quedar fuera del alcance de millones de usuarios en ese país. Esto no solo reducirá las opciones para creadores y audiencias, sino que también sentará un precedente para la censura y el control geopolítico del acceso digital.
Por otro lado, tenemos a Mark Zuckerberg, quien anunció que Meta dejará de exigir ciertos estándares de verificación para la información publicada en sus plataformas. Si bien las redes sociales democratizaron la producción y el acceso a la información, también han servido como canales para la propagación de mentiras y teorías de conspiración.
En este contexto, el usuario final queda atrapado entre la sobrecarga de desinformación y la falta de diversidad en las plataformas disponibles. Esto también amenaza la innovación y la expresión individual, valores fundamentales que definieron la internet en sus primeros años.
¿Qué significa esto para el usuario común? de acuerdo con expertos, el acceso a una variedad de perspectivas podría quedar seriamente comprometido, sin duda tendremos que esperar al próximo lunes para saber si se cerró o no TikToK en Estados Unidos.
Considero que el futuro de internet dependerá de cómo gobiernos, empresas tecnológicas y usuarios finales respondan a estos desafíos. Una regulación equilibrada que priorice la transparencia, la diversidad y el acceso equitativo será crucial para evitar que el entorno digital se convierta en un campo de batalla donde solo prevalezcan los más poderosos o los más estruendosos.
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Nos leemos, la próxima vez. Hasta entonces.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
Verónica Valencia
VERÓNICA VALENCIA GÓMEZ es periodista especializada en Tecnologías de la Información, cuenta con una maestría en marketing digital. Es consultora de comunicación y mercadotecnia en Vaes Comunicación. Ha trabajado en periódicos como Grupo Reforma, Milenio y El Mañana de Reynosa.