La industria de la ropa desechable es una de las más contaminantes del planeta, además de estar basada en el trabajo semi-esclavo de mujeres y niños paupérrimos.
Se han puesto a pensar queé se hace con millones de prendas que van a dar a la basura y que están hechas con telas que tardan décadas en degradarse.
Es por eso que nuestro único criterio para comprar ropa debe ser que no esté hecha con materiales como polyester, nylon, rayon y acrílico, ni que sea una mezcla con diferentes porcentajes, sino que la etiqueta diga: 100 por ciento algodón, lino, seda, cañamo, alpaca o lana.
Esta ropa dura una eternidad con los cuidados adecuados, especialmente la lana (y mientras más cepillada la lana, mejor, así no pica).
Sobre el problema del trabajo semi-esclavo, no es algo que se pueda resolver en el corto plazo, pero si tenemos que boicotear sistemáticamente a las empresas que se beneficien de éste, generalmente trasnacionales.
Nota: ¿Existe un museo del Pulque? ¿Por qué nadie me ha invitado? Ciudad de México de mi corazón… sólo te falta reducir tu población a una tercera parte para ser perfecta.
Adela Cedillo
Doctora en Historia de América Latina por la Universidad de Wisconsin-Madison Es licenciada en Historia y maestra en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha publicado artículos en revistas indexadas y de divulgación y capítulos en obras colectivas sobre la guerra sucia mexicana, las organizaciones armadas revolucionarias, los derechos humanos y la guerra contra las drogas.
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